De
interés público. (21-07-2013).
POR EL
RETEN CIUDADANO.
Por: Julio Morales Quiñones.
“Si
tienes problemas con Agentes de Tránsito por traer placas extemporáneas
-anteriores a 2012- si no puedes o no quieres pagar lo impuesto por derecho de
circulación vehicular; te hartaste de que Gobierno te robe, inventando impuestos
e infracciones; paga lo justo en Recaudación de Rentas ($324.80) por este
derecho 2013 y anteriores. Únete al Retén Ciudadano. Organizados resistimos a
estos abusos de autoridad, sobre todo de la Dirección de Vialidad en Chihuahua
Capital. Si deseas saber más al respecto, asiste a nuestras reuniones públicas.
Los domingos nos reunimos de 12 a 14 hs en el Parque Urueta entre 25ª y
Degollado, Colonia Obrera. A propósito. Patrullas de policías traen placas
extemporáneas; ¿Se resisten a pagar o las que portan son sobrepuestas?”.
La palabra accidente se define como acción o
suceso eventual, que de modo involuntario altera el orden de las cosas. Malas
condiciones del vehículo, mal estado de los frenos, averías en el motor, fugas
de gasolinas, neumáticos viejos o por conductores que no obedecen señales,
manejan ebrios, exceden límites de velocidad, usan celular o - mujeres- que se
acicalan, provocan el alto porcentaje de percances. Las Autoridades de tránsito
y vialidad deben publicar estadísticas sobre el alarmante índice de muertes;
campañas elementales dirigidas a adolescentes en especial, sector
mayormente involucrado en uno de los más
graves problemas de salud pública, en zonas urbanas y carreteras; desastres que
alguna vez experimentamos, en nuestra persona, nuestra familia o conocidos.
El
automovilista que no disminuye la velocidad al acercarse al paso peatonal, es
temerario, pero el peatón que cruza el paso peatonal en ese momento, sin prevención,
lo es más, porque él arriesga su vida. A no ser que se trate de una común y
perversa táctica yunque, en la que el peatón espera y cruza la calle sin la
mínima precaución, intempestivamente, haya o no paso peatonal, haciéndose el
distraído. La autoridad vial, calificaría el primer evento como accidente. El
lunes 15, registré otra treta más de este grupo de descerebrados: 10:07 saco la
Nissan del portón de la 24, enfilo hacia 20 de noviembre. En ese corto tramo de
200 metros, los obstáculos varían; vehículos en doble fila, pipas de gas o
camiones de carga que invaden mi carril. Esta vez; ya en marcha, observo que en
esquina de 20 de noviembre -la peni- un vehículo hace color blanco hace alto
prolongado; en tanto recorro la distancia, un anciano se coloca adelante del
auto blanco; llego y espero paciente, registro placas -DFG-48-54- el vehículo
sigue inmóvil, -espera que Yo intente pasarlo por su izquierda y entonces el octogenario
arqueado, saldrá de su escondite para cruzar la calle- llamo su atención con el
claxon una vez; el vehículo se pega a su derecha, queda esquinado y al
descubierto el retorcido longevo, que aún se detiene a comentar algo con su
cómplice por la ventanilla, luego sonríe y prosigue.
Y cómo calificará la autoridad, la táctica del
vecino de al lado, quién tal vez, por medio de un “espión orbitor” dispositivo
para oír conversaciones ajenas -fácil para él disponer de algo así; trabaja en
SCT y aunque su vehículo ya no porta el logotipo, dispone de horario elástico- tiene
relación e influencia sobre guiadores de vehículos del chepe, dish y Cablemás -sector
comunicaciones- que en el país, con tantos otros, participan en la represión social.
Además lee como muchos yunques, mis temas dominicales; de ahí sus reacciones. Los
sábados, este, se adelanta a mi salida matutina en la turbo; deja su rampa
libre, sabe que bajaré por ella -es banqueta- se agazapa cerca y espera; por
sus testigos desde la ferretería -antes veterinaria- la ibm y su aliada, sabe
el momento de mi salida y llega cuando bajo la rampa, haciendo aparecer que Yo soy
quien espero y me cruzo a su llegada, aunque él utiliza el carril contrario
para estacionarse sobre su rampa que también es banqueta.
Como cuento
líneas arriba, algo parecido sucede casi a diario, en la 24, al otro extremo de
nuestro diario caminar en uno u otro sentido, de ida o regreso. Si no conociera
a mucha gente normal con título de ingeniero, pensaría que tal especialidad es
sinónimo de psicópata, pero vaya coincidencia.
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