viernes, 27 de enero de 2012

Lucha entre cárteles


Por: Taríkles

Ellos, los que tienen…

Pudientes, dueños, empresarios, gobernantes, la ultra derecha, enemigos del pueblo, sociales-demócratas y alguien más con la idea del Frente Popular. Aún en los corrientes, las personas solemos nombrarnos, autonombrarnos e identificarnos sea impuesto en lo privado de nuestro ámbito como las familias, las parejas o en lo público y semi-público como el partido, la escuela, la cárcel o la clase se nos nombra para terminar identificarnos.

Ineludiblemente el primer nivel de identificación humana es corrientemente manipulable, manejable y hasta falsificable por encima de los agudos filtros invisibles para credenciales de identificación, visas y pasaportes primermundistas. Pese a ello, como bien le decía mi tía Chona a my syster; “mijitá no te fijes en el nombre ni su auto, sino en sus acciones y actitudes”. Un segundo criterio apremiante a destacar quiénes somos es:
¿Qué hacemos?

Sus Acciones

A quienes corresponde la parte de la ganancia producto del trabajo muerto. El trabajo cosificado, es decir, el capital que habiendo sido creado por nosotros trabajadores, empleadas, maqui-locos y maquiladoras ¡l@s de abajo pues! no es para nosotros, sino contra nosotras, por las relaciones sociales que hoy por hoy reinan aquí, óseas las reglas del juego capitalista. Bien le decían a mi carnal cartero; “saca la ganancia”.

Al intentar cambiar las reglas del juego… nos golpean, encarcelan, asesinan o nos mandan golpear por medio de sus políticas, sus reglas ¡y por si eso no baste! sus “juguetitos” como cuando niños jugueteando a la guerra vía el Ejército, la Procuraduría General de la República, la Policía Federal Preventiva y demás cuerpos policiacos represores del Estado sea de nivel federal, estatal o municipal.

Con o sin su pretexto “legal” argumentado en sus papeles firmados por sus jueces aconsejados por sus abogados, determinados por la tajada del postor, patrón o agraviado de influencias, ínfulas y ámpulas de poder. Nosotros Nos identifican como los de abajo, los polvorientos, los hambrientos.

En recientes años, desde el 2006, Calderón y sus secuaces, sean públicos u ocultos, se han encargado de azuzar la guerra en contra de nosotr@s; ¡sus enemig@s, l@s de abajo! Se nos acusa ¡como en otros tiempos! de ser los responsables de la inestabilidad, de la desgracia, del hijo mal hecho, de la inseguridad, del patito feo, de la envidia y ¿cuándo? sí ellos mismos, los de los aparatos del Estado, NO sirven ni para garantizar la paz de los propios dueños del Game. Nuestra humanidad se despedaza en dos clases; una clase trabajadora y una clase capitalista.

Dentro de las obreras y obreros se tiene que trabajar para ganarse la vida, en contra parte, la clase capitalista posee, asume y disfruta de suficientes riquezas para vivir sin tener que trabajar. Si se duda de a qué clase se pertenece, solamente baste preguntarse si podría vivir de sus inversiones en caso de que dejara de trabajar mañana mismo.

El Campo

A según el medio, fuente o periódico de preferencia, a partir del 2006, se ha documentado la ofensiva que mantiene a las fuerzas federales mexicanas en las calles del país “en contra” de “supuestas organizaciones delictivas”; que han des-plegado 48 mil 750 soldados en promedio mensual. Éstos son algunos apurados resultados que encontré en noticiarios cibernéticos: del 1 al 31 de diciembre de 2006 hubo 486 muertes.

Para el 2007 se reconocieron 2 mil 477 ejecutados. En 2008 la cifra reconocida por el gobierno federal fue de 6 mil 290 personas. En el 2009 la cifra se elevó a 9 mil 616 asesinados. Y en el 2010 la cifra subió hasta los 15 mil 273. Eso sin mencionar lo más de 4 mil en este 2011.

De ellos la mayoría fueron asesinados sin la posibilidad de un juicio previo u oportunidad de defensa; como hemos venido denunciando desde la Gota, la mayoría de l@s ejecutad@s pertenecía a ésa clase que bien Saramago atinó en llamar los “Nadie”.

Por si esto fuera poco, del 2006 al 2008, por primera vez en los últimos 10 años, el número de personas en pobreza alimentaria, el equivalente a la pobreza extrema del Banco Mundial (BM) pasó al 18.2 % de la población del país.

El Banco Mundial asegura que en América Latina se produjeron 8.3 millones de nuevos pobres producto de la crisis mundial del 2009; de éstos la mitad corresponde a México. Así el número de mexicanos en condiciones de pobreza alimentaria podría ser, de acuerdo con esta información, de 22.3 millones.

Los actuales administradores del Estado ya fracasaron; ya demostraron que son absolutamente incapaces de suministrar justicia, decía mi compa Luis K. Fong, mucho menos hablar de justicia social. Los actuales dueños del balón ya demostraron que prestarán el balón SÍ y SÓLO SÍ, les conviene cóbralo con intereses.

Como decía la abuela Sara ¡ésos cabrones no dan paso sin huarache! Sobre la violencia y barbarie generada por la política de facto generada por Felipe Calderón ¡No les interesa detenerla! lo han demostrado múltiples ocasiones y en variadas situaciones.

Cuando Calderón se asomó a la ventana para mirar el desmadre que han provocado él, sus compinches y otros muchos más, a través de sus políticas, empresas, ejércitos y consejos humanitarios encontró como a sus enemigos al Narco ¡pero momento! no a todos, a los grandes capos ni un des- peinón les ha provocado, a pesar de sus injurias mediáticas. ¡Claro entre ellos! al final de cuentas, existe un lazo más fuerte que el familiar, su conexión es el dinero, el poder, la clase. Sólo podían considerarnos como sus enemigos naturales a nosotros; algo malo debimos haber hecho.

Los valores del capitalismo a ultranza entre sus desenfrenos han implicado una ceguera atroz de parte de los dueños del balón, la cancha y el juego. La actitud de los grupos imperiosos, en México ¡la derecha claro está! y de las clases privilegiadas acompañados de la mano de regímenes y mandatos seudo-democráticos y carentes de legitimidad popular y real, lejos se encuentran de visualizar, mirar u observar el riesgo del terror de la ultraderecha, asumiendo que en su supuesta modernidad no hay espacio para la irracionalidad de la violencia neo-fascista, proto-fascista o como le quiera ante poner a la película de terror y barbarie que sufre principalmente el norte de nuestro país y que cada vez inunda más el resto de México.

Pretenden des-variar acerca de los fundamentos, cimientos y alcances del modelo neoliberal impuesto al mundo en el último cuarto de siglo pasado.

¿Por qué sus reglas, su campo y su público? ¡Simple!

Porque han ganado hasta hoy, y por consiguiente, las diferencias se tratarán y dirimirán del lado de su campo; sus reglas, su árbitro, su público. Concebir, cuestionar y ejercer la lucha entre éstas clases ayuda a explicar cómo se ha llegado a las condiciones en que nos encontramos; una clase dominante con un interés económico particular ha tomado el control de la base económica de la sociedad de la otra clase.

Para ellos se tratará de luchar para proteger los intereses de la clase capitalista y se cuenta con el comodín de la guerra. El camino se trazará mediante la obtención de ganancias a partir de alimentar a la población ¡pero cuando no haya ganancia! existe la carta de la hambruna. La etapa final del juego deviene cuando la clase capitalista obtiene más beneficios a partir del despido de empleados y cierre de trabajos por excesos de acumulación. A los de aquél lado, los dueños del balón, junto con sus profesionales, empresarios y políticos les conviene reclamar que vivimos en una sociedad sin 'clases'.

Para los contarios, del lado de los socialistas, los de izquierda y demás alimañas, insectos y desposeídos atrás mencionados, el sostenimiento de que sólo existen dos principales y hegemónicas clases sociales, sigue siendo vital y de una importancia tal, como la prueba viviente y veraz de su existencia. Su enuncio resulta la prueba inequívoca de que su lucha es por su propia sobrevivencia.

En Chihuahua, por ejemplo, se logra observar de una decena a un treintón de personas promedio y comprometidas, que cada semana salen, gritan, protestan y manifiestan su repudio en contra de la violencia y devastación ejercida por los actuales gobernantes.

Después regresando de caminar, u al otro día, discuten, dialogan, comparten y acuerdan cómo luchar para detener esta barbarie, cabe apuntar que en ocasiones se ha llegado a la quincuagésima suma de personas o más, de kaminantes en kontra de la muerte. En ciudad Distrito Federal hay acomodaciones, intentos y re-plicas que re-chiflan de manera similar.

Hay muchas versiones, formas de parar está lucha como el mismo o más número de religiones que se encuentran registradas en las bibliotecas.

En Monterrey comienzan los grupos a jugar su partida y gritan consignas como No + Sangre, Des-militarización inmediata, Fuera Ejercito de las Calles, lo mismo que en Tijuana, rezumban semejantes consignas de grupos cercanos, parecidos o no.

¡Sólo la suma de fuerzas y el tiempo alineará qué es mejor!

Nos quieren llevar a discutir a sus recintos, con sus abogados, sus leyes, sus reglas, para que eso suceda debemos ganar antes en nuestros campos, con los de abajo. Ya después fortalecidos podremos ir a competirles lo que sea, o mejor aún, si la fuerza es mayor y los kaminantes en las calles somos más; quizás así logremos obligarles a salir de sus territorios.

“Las Kaminatas en Kontra de la Muerte eran sólo el inicio; íbamos a Kaminar pero además discutíamos. Pensábamos antes de dar un paso. Dábamos por principios pasos porque a eso llegaban nuestras fuerzas. Ya ubicados en la calle volvía la urgencia de regresar a pensar para después discutir. Más adelante dimos cuentas de que los pasos andados dieron fruto”, Rocío Martínez, dixit 2011.

Sin recurrir a la vieja idea de color Estalinista del gran frente La Gota, nuestro colectivo político, incidió a nivel nacional y con nuestros propios y escasos recursos ¿cómo? por medio de una acción mediante la cual se abre un espacio de discusión pero ¡Alto! no en un foro, no en un congreso, no aulas académicas cerradas, no en grandes barcas mediáticas, no con vacas sagradas, sino en la Kalle, con las nuestras.

Alguien sostuvo llenar y saturar los correos de burócratas encargados de administrar cuentas y correos de los funcionarios de 1er nivel, como llaman los descarados, ¡Por qué No! dijo Fox…

Efectivamente habrá muchas tácticas de cómo hacer las cosas, no obstante creemos necesario postergar esas diferencias para mantenerlas al nivel de discusiones roncas, habría dicho mi compa ya muerto Luis K. Fong ¡Hasta detener esta barbarie! No + Sangre, ¡Kaminatas Kontra La Muerte! ¡Ni Una Más Ni Uno Menos! ¡Des-Militarización Inmediata! ¡Guerra entre cárteles me suena a Lucha de Clases; Socialismo o Barbarie!

domingo, 15 de enero de 2012



Colectivo La Gota
Programa mínimo

Compañer@s, en el texto que ahora presentamos, plasmamos no sólo nuestras aspiraciones y las ideas que nos guían, sino sobre todo la práctica que hemos desarrollado en el transcurso de nuestra participación dentro del colectivo. Nosotros ahora mismo estamos ante dos situaciones de coyuntura, por un lado la pérdida de quien era nuestro cuadro profesional Luis K’Fong, miembro insustituible e imprescindible para la lucha política no sólo de nuestro agrupamiento sino en general de los de abajo, y por otro, en junio 2011 la fusión con el grupo de Doble Resistencia. Así pues los planteamientos que hacemos a continuación no son un programa acabado sino una construcción flexible y en permanente discusión.
                                                                                        
Tipo de organización
Los integrantes de La gota conformamos un colectivo, no precisamente una organización con un comité central, o con un secretario, director, líder, jefe o algo similar. 

Nos consideramos un grupo democrático, y definimos la democracia a la que aspiramos como “un sistema en el que las decisiones las toman el mayor número posible de quienes luego tendrán que asumir las consecuencias de esa decisión; que prefiere las acciones y opiniones directas a las delegadas y la participación amplia y profunda en la política a la simple y superficial y, finalmente, reconoce y protege un ámbito privado inviolable en el que el individuo o el subgrupo toma decisiones sobre las cuestiones que a él y sólo a él luego le afectarán”. Luis K’Fong () .

Es decir que en La gota participamos directamente el mayor número de personas posibles en la toma de decisiones, porque entendemos que sólo en un ambiente de tolerancia, libertad, diálogo, negociación podrá ser la liberación definitiva de los débiles. Esto lo aplicamos tanto internamente como en los movimientos donde intervenimos, porque creemos que la democracia no es un asunto que se pueda posponer hasta ganar la revolución que dará a los de abajo el poder. 

Por ejemplo tenemos la premisa que la toma de decisiones se realice privilegiando el consenso. Cuando las decisiones son por mayoría no obligan a la minoría a realizar la propuesta pero se le exige no obstaculizarla.

Así pues somos más una red de militantes sin jefes que una organización con órganos predeterminados.

Una de nuestras estrategias es publicar una revista, La gota, que cuenta con once años de existencia. Esta publicación, a la vez que nos permite debatir entre nosotros, crea un espacio independiente a las órdenes de aquell@s que se reclaman a favor de los de abajo, en tanto que en los medios de comunicación burgueses no tenemos posibilidad de ser escuchados. Durante el tiempo en que se ha elaborado y distribuido nuestra publicación, nos hemos dado cuenta que es necesario tener nuestro propio aparato de imprenta para poder controlar el proceso directamente, para esto hemos ido creando un fondo que permita la adquisición de una imprenta.

El colectivo que poco a poco se ha ido consolidando, la revista y el fondo que hemos estado reuniendo con mil y un sacrificios, tienen un fin, uno claro, indudable e inconfundible: A saber, empoderar a l@s de abajo, darles voz, ayudarles a construir las armas de la crítica, para que libren su cotidiana batalla contra quienes les oprimen. Estratégicamente, hemos optado por construir la unidad de quienes nos reclamamos de izquierdas, de quienes entendemos que la liberación del género humano no puede darse si no es a través de la liberación de l@s de abajo. En este sentido, La gota tiene un objetivo más o menos mediato que debe orientar nuestras acciones y esfuerzos: "nada que consolide al enemigo, todo lo que nos lleve a la unidad".

En suma, entonces, La gota es un colectivo, una publicación, un proyecto y un fondo al servicio de la lucha de l@s de abajo.

En el mes de marzo del 2008 hicimos una alianza con el grupo Doble Resistencia, constituido por profesores que luchaban tanto contra la reforma a la ley del ISSSTE del 2007 como por la democracia sindical y dentro del movimiento RESISSSTE. Así se iniciaron las publicaciones conjuntas La gota/Doble Resistencia.

Sin embargo en el mes de junio del año en curso ambos colectivos concluimos que a lo largo de una labor conjunta de tres años, es innecesario hablar de dos agrupaciones, que concurrimos en el mismo trabajo, compartimos la forma de decidir, así como los objetivos de nuestro grupo. Elegimos el nombre de La gota por su trascendencia histórica a través de más de una década, pero además porque su nombre refleja la continuidad y persistencia y que este nombre representa exactamente lo que somos: una gota que junto con otras formará un torrente.  

Obligaciones de los miembros

En nuestro colectivo no hay niveles de participación, podemos decir que somos goter@s todos aquellos que así deseen reclamarse y que además lean, distribuyan, escriban, inviten, coticen o defiendan a la gota.

En el desempeño de estas actividades nos guía una premisa que exponemos a continuación.

Nosotr@s no nos consideramos neutrales, ni mediadores, sino que somos contendientes de un gran conflicto que tiene la sociedad permanentemente; el trabajo vivo, representado por los hombres y las mujeres, por un lado, y el trabajo muerto, cosificado, o sea, el capital que habiendo sido creado por nosotr@s, no es para nosotr@s, sino contra nosotr@s, por las relaciones sociales que hoy por hoy reinan aquí.

De tal manera que cualquier conflicto social –redondeamos–, por muy disparatado que parezca, se inscribe en este otro grande y determinante, que algunos le dicen la lucha de clases. Y como nosotros en ése grande tenemos partido, pues también en los conflictos chiquitos tenemos preferid@s, l@s de abajo.

Por eso nosotros hacemos la crítica sin concesiones al sistema de patrones, empresarios, empleadores, adinerados, inversores… en una palabra, capitalistas. Nuestra lucha es pues por la construcción de un sistema más justo que el capitalismo, es decir el socialismo.


Política hacia otros grupos

Como antes lo mencionamos, nosotros llamamos al diálogo, a la discusión, a la negociación de posiciones. Para nosotr@s la unidad es una de las armas más contundentes que tienen los que resisten y, consecuentemente el sectarismo es uno de los flagelos más tremendos que debemos combatir. No es que estemos por esa idea tonta de que todo pleito es malo, sino en la idea de que algunas diferencia se pueden negociar e incluso posponer, cuando se está enfrascado en una lucha que nos atañe a las dos partes. Creemos que muchas de las diferencias que hay entre l@s nuestr@s son cuestiones tácticas, formas de querer resolver y ésas no se dirimen suprimiendo al otro, sino discutiendo hasta quedar roncos y, sobre todo, esperando a que la historia demuestre cuál forma es mejor, cuál produce mejores resultados. Esto nos debe llevar a asumir las nuevas posiciones, enriqueciendo nuestro aprendizaje.

Por ejemplo, en el momento actual luchamos por detener la violencia institucionalizada, donde distinguimos dos tipos de violencia, la que atañe a los de arriba como el secuestro, el robo y la extorsión y la que vivimos los de abajo: la muerte. Así ahora participamos junto con otras organizaciones para detener la violencia, porque esta guerra no es nuestra y entendemos como una de nuestras tareas dar una explicación desde la lucha de clases de la supuesta guerra de Calderón, así como proponer acciones que puedan ayudar en la unidad. Una de estas acciones son las Kaminatas contra la muerte, propuesta que se hizo a diversas organizaciones y que se empezó a llevar a cabo el 15 de julio del 2010, como una actividad consecuente y consecutiva a la campaña de anulación del voto en las elecciones locales para gobernador.

Finalmente proponemos en primera instancia la unidad de acción, en el entendido que es un proceso en el que se irá construyendo una relación que puede trascender a otros niveles.



Chihuahua, Chihuahua, año 2011